“Para la próxima semana busquen en librerías y traten de conseguir: “Ficciones”, de Jorge Luis Borges y “Seis Problemas para Don Isidro Parodi”, de H. Bustos Domecq (seudónimo de Borges y Bioy Casares)”. Así nos instruía en el primer día de clases nuestro flamante profesor de Literatura del último año del secundario. Él se llamaba Gaspar Risco Fernández. Y apenas teníamos referencias de él. Ni lo conocíamos. En ese momento un docente más. Pronto descubriríamos que iba a representar para nosotros un verdadero lujo: que por su sabiduría, metodología de estudio y análisis de texto iba a ser una persona motivadora de nuestro espíritu crítico, tan necesario para la antesala del ingreso a la universidad. Y recuerdo así nos lo recalcaba siempre. Es que a la distancia, considero que su presencia en nuestra formación fue tan importante como marcadora. Y seguramente muchos tucumanos lo recordarán por su buena gestión pública, y eso está muy bien. Pero para los que fuimos sus alumnos, no me caben dudas que lo tendremos presente como el que nos generó la pasión por la Literatura de habla hispana y los buenos escritores. Pues bien, bajo ese marco (y hay que situarnos hoy e imaginarnos hace 50 años) destaco su entusiasmo en acompañar esa génesis de: “aprendiendo a pensar” pues, organizó un audiovisual: “La Promenade Enchantée”, y que hasta motivó una nota en el periódico vespertino de entonces “El Pueblo” de García Hamilton. Excelente filmación para después analizar su simbolismo. Vayan pues finalmente estas líneas como humilde y respetuoso homenaje a la persona que fue nuestro querido maestro, el licenciado Gaspar Risco Fernández, que supo estimular en nosotros el gusto por la lectura y el análisis, y a veces hasta fuera del aula, en ronda y en el patio del colegio en forma informal y decontracturada, un real innovador en ese sentido y en ese entonces: gracias querido maestro, descansa en paz.

Juan Leopoldo Marcotullio

Ituzaingó 1.252

Yerba Buena